martes, 27 de octubre de 2015

Jesus sana al hijo de un oficial

"Este estudio es escrito por Esau Guerra Reina, seminarista". 

Jesús sana al hijo de un oficial
Juan 4:43-54
Después de que Jesús estuvo dos días en Samaria, Él decide regresar a Galilea. La razón por la que Juan dice en el versículo 44 que ¨el profeta no tiene honra en su propia tierra¨ se refiere a que Jesús no tiene honra en su propia tierra; Israel. Recuerden que la gente de Samaria (un lugar que no es Israel) creyó en Jesús (miren los versículos 40-42). Juan dice esto de Jesús por lo que ha pasado en la Boda de Cana, el Templo, Nicodemo, Juan el Bautista y por lo que va a suceder a continuación. Jesús llega a Galilea (el mismo lugar donde había convertido el agua en vino). El versículo 45 dice que los galileos ¨le recibieron…¨, este recibimiento es de gusto, de placer.  ¿Por qué Jesús fue ¨bien recibido¨ en su tierra, si ¨el profeta no tiene honra en su propia tierra¨? Porque ellos habían estado en la boda cuando Jesús convirtió el agua en vino. Juan está mencionando esto por lo que va a suceder; sanar al hijo de un noble o de un oficial.
Cuando Jesús llega Galilea, se le acerca este hombre, ¨oficial del rey¨ (esto significa que era un hombre muy importante) que era de Capernaum. La distancia entre Capernaum y Galilea era aproximadamente de 30 kilómetros. El hombre se le acerca rogándole que sanara a su hijo que ya iba a morir. Notemos la respuesta de Jesús: ¨Si no viereis señales y prodigios, no creeréis¨. ¿Por qué Jesús da esta respuesta? ¿No hubiera sido mejor que hubiera dicho: ¨vayamos para que sea sano¨? Pareciera que Jesús está siendo desconsiderado. Interesante ¿verdad?
Ya dijimos que la razón del buen recibimiento fue porque ellos estuvieron presentes cuando Jesús convirtió el agua en vino, pero también estuvieron presentes cuando Jesús volteo las mesas en el Templo, ¿te acuerdas?  En esa ocasión, después de que no entendieron que Jesús dijo que reconstruiría el templo en 3 días, Juan dice algo importante, mira: ¨Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, siendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre¨ (Jn. 2:23-25). Fíjense que la respuesta de Jesús al oficial es en plural, no en singular: ¨Si no viereis señales y prodigios, no creeréis¨ ¿Por qué? Porque Jesús ¨no se fiaba de ellos¨. Sin embargo, aun así Jesús sana al hijo del oficial (sin tener que ir a verlo a 30 kilómetros hasta su casa). La historia continúa, y nos dice que el oficial al llegar a su casa y ver el milagro en su hijo, ¨creyó él y toda su casa¨ (v. 53).
En esta historia, el asunto principal es la ACTITUD de los galileos. Jesús le contestó al oficial: ¨Si no viereis señales y prodigios, no creeréis¨. ¿Recuerdas lo que dijimos en clases anteriores sobre una señal? Bueno, aquí Jesús agrega ¨señales y prodigios¨. Aquí la frase ya no se refiere a que la gente va a creer que Jesús viene de parte de Dios y que él es el hijo de Dios, sino a que los galileos quieren que Jesús haga algo espectacular para que así puedan creer en él, cuando ya deberían de haber creído a sus palabras. Los galileos tiene más interés en los milagros, que en lo que Dios está haciendo entre ellos; revelándose por medio de Jesús.
La respuesta de Jesús, al oficial es muy sarcástica porque él sabe que el Oficial ve a Jesús como un milagrero a quien puede dársele órdenes. Es lo que llamaríamos un ¨convenenciero¨.
Recuerda el propósito del libro de Juan: ¨Hizo además Jesús muchos otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios,  y para que creyendo, tengáis vida en su nombre¨ (vv.30-31) ¿Qué podemos aprender entonces de esta historia? ¿Crees que aún haya gente que sólo busque a Jesús por conveniencia? No ¿verdad? Ya no hay de esas personas…
Es triste que haya iglesias o grupos que realizan eventos en los que se presenta a Jesús como un producto del cual la gente puede beneficiarse. La gente busca más su interés personal; es egoísta. Pero Jesús conoce lo que hay ¨dentro del hombre¨. Cristo debe ser aceptado por su dignidad, no solo por su capacidad.
Hablemos a otras personas de Jesús, no para que la gente se sienta mejor sino para que vean su necesidad. Busquemos a Jesús en oración, no para pedir solamente sino para reconocer siempre su dignidad.
                                                                                                          Esaú G.R

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