Jesús sana al hijo de un oficial
Juan 4:43-54
Juan 4:43-54
Después de que Jesús estuvo dos días
en Samaria, Él decide regresar a Galilea. La razón por la que Juan dice en el
versículo 44 que ¨el profeta no tiene honra en su propia tierra¨ se refiere a
que Jesús no tiene honra en su propia tierra; Israel. Recuerden que la gente de
Samaria (un lugar que no es Israel) creyó en Jesús (miren los versículos
40-42). Juan dice esto de Jesús por lo que ha pasado en la Boda de Cana, el
Templo, Nicodemo, Juan el Bautista y por lo que va a suceder a continuación.
Jesús llega a Galilea (el mismo lugar donde había convertido el agua en vino).
El versículo 45 dice que los galileos ¨le recibieron…¨, este recibimiento es de
gusto, de placer. ¿Por qué Jesús fue
¨bien recibido¨ en su tierra, si ¨el profeta no tiene honra en su propia
tierra¨? Porque ellos habían estado en la boda cuando Jesús convirtió el agua
en vino. Juan está mencionando esto por lo que va a suceder; sanar al hijo de
un noble o de un oficial.
Cuando Jesús llega Galilea, se le
acerca este hombre, ¨oficial del rey¨ (esto significa que era un hombre muy
importante) que era de Capernaum. La distancia entre Capernaum y Galilea era
aproximadamente de 30 kilómetros. El hombre se le acerca rogándole que sanara a
su hijo que ya iba a morir. Notemos la respuesta de Jesús: ¨Si no viereis señales y prodigios, no creeréis¨. ¿Por
qué Jesús da esta respuesta? ¿No hubiera sido mejor que hubiera dicho: ¨vayamos
para que sea sano¨? Pareciera que Jesús está siendo desconsiderado. Interesante
¿verdad?
Ya dijimos que la razón del buen
recibimiento fue porque ellos estuvieron presentes cuando Jesús convirtió el
agua en vino, pero también estuvieron presentes cuando Jesús volteo las mesas
en el Templo, ¿te acuerdas? En esa
ocasión, después de que no entendieron que Jesús dijo que reconstruiría el
templo en 3 días, Juan dice algo importante, mira: ¨Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su
nombre, siendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos,
porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio
del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre¨ (Jn. 2:23-25). Fíjense
que la respuesta de Jesús al oficial es en plural, no en singular: ¨Si no viereis señales y prodigios, no creeréis¨ ¿Por qué? Porque Jesús
¨no se fiaba de ellos¨. Sin embargo,
aun así Jesús sana al hijo del oficial (sin tener que ir a verlo a 30
kilómetros hasta su casa). La historia continúa, y nos dice que el oficial al
llegar a su casa y ver el milagro en su hijo, ¨creyó él y toda su casa¨ (v.
53).
En esta historia, el asunto principal
es la ACTITUD de los galileos. Jesús le contestó al oficial: ¨Si no viereis
señales y prodigios, no creeréis¨. ¿Recuerdas lo que dijimos en clases
anteriores sobre una señal? Bueno,
aquí Jesús agrega ¨señales y prodigios¨.
Aquí la frase ya no se refiere a que la gente va a creer que Jesús viene de
parte de Dios y que él es el hijo de Dios, sino a que los galileos quieren que
Jesús haga algo espectacular para que así puedan creer en él, cuando ya
deberían de haber creído a sus palabras. Los galileos tiene más interés en los
milagros, que en lo que Dios está haciendo entre ellos; revelándose por medio de Jesús.
La respuesta de Jesús, al oficial es
muy sarcástica porque él sabe que el Oficial ve a Jesús como un milagrero a
quien puede dársele órdenes. Es lo que llamaríamos un ¨convenenciero¨.
Recuerda el propósito del libro de
Juan: ¨Hizo además Jesús muchos otras señales
en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de
Dios, y para que creyendo, tengáis vida
en su nombre¨ (vv.30-31) ¿Qué podemos aprender entonces de esta historia?
¿Crees que aún haya gente que sólo busque a Jesús por conveniencia? No ¿verdad?
Ya no hay de esas personas…
Es triste que haya iglesias o grupos
que realizan eventos en los que se presenta a Jesús como un producto del cual
la gente puede beneficiarse. La gente busca más su interés personal; es
egoísta. Pero Jesús conoce lo que hay ¨dentro
del hombre¨. Cristo debe ser aceptado por su dignidad, no solo por su
capacidad.
Hablemos a otras personas de Jesús,
no para que la gente se sienta mejor sino para que vean su necesidad. Busquemos
a Jesús en oración, no para pedir solamente sino para reconocer siempre su
dignidad.
Esaú
G.R
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